IRON (60CAPS) - LifePro

La deficiencia de hierro es uno de los déficits nutricionales más comunes en la población. Debido a las funciones de este mineral, resulta clave para el rendimiento deportivo, pero es especialmente en población deportista donde el diagnóstico de deficiencia de hierro es todavía más frecuente, sobre todo en mujeres y personas que practican deportes de resistencia.

El principal problema que existe con el hierro dietético es su baja disponibilidad y, en deportistas, el efecto del entrenamiento en la hormona hepcidina, reguladora del metabolismo del hierro. La depleción de hierro ocurre de manera progresiva y para prevenir la deficiencia de este mineral, conviene realizar una educación nutricional adecuada e ir revisando el estado de los niveles plasmáticos. Cuando ya exista un bajo nivel de hierro o de sus depósitos, la suplementación con hierro por vía oral suele ser la primera estrategia terapéutica. Este tratamiento tiene la ventaja de ser barato, no invasivo y generalmente cuenta con buena eficacia.

Sin embargo, es común que muchas personas sufran efectos secundarios indeseados al consumir suplementos de hierro, especialmente malestar gastrointestinal (dolor, náuseas, vómitos, hinchazón, estreñimiento, diarrea) y una absorción pobre. A esto se debe sumar muchas veces el reto logístico de tener en cuenta todos aquellos factores que interfieren con la absorción de este mineral (deporte, otros elementos dietéticos, clima, etcétera).

Por todo ello, se han investigado nuevas formas de suplementación con hierro oral para mejorar la absorción y reducir la irritación y resto de efectos indeseados a nivel gastrointestinal, mejorando así la eficacia de la terapia.